El mundo en el que vivimos avanza constantemente hacia iniciativas más ecológicas y sostenibles. Los techos verdes son una de estas iniciativas, ganando popularidad tanto por sus múltiples ventajas como por su atractivo estético. Además de embellecer el entorno, contribuyen significativamente a mejorar la calidad del aire urbano y representan una estrategia efectiva para enfrentar la crisis climática actual. Juegan un papel crucial y son una opción interesante ofreciendo beneficios tanto medioambientales como económicos, y marcando un avance importante hacia la construcción de ciudades más sostenibles:
¿Qué son los techos verdes?
Un techo, azotea o cubierta verde es un tejado de edificio cubierto de vegetación, en los cuales se pueden instalar césped, árboles o arbustos. Según el tipo de techo verde que se elija, las plantas pueden ser de tipo modular o integradas en capas drenantes.
Todos los techos verdes comparten ciertos elementos fundamentales. El primero es una capa de impermeabilización que protege el edificio o la casa de filtraciones de agua. El segundo es una barrera repelente de raíces, que previene problemas estructurales causados por el crecimiento de las plantas. Adicionalmente, se instala un sistema de drenaje para que el agua desfogue por los sumideros, lo cual evita que se estanque y genere pudrición en las plantas Estas características aseguran que no solo embellezcan y beneficien al medio ambiente, sino que mantengan la integridad del edificio y que las plantas estén en perfectas condiciones.
Los techos verdes son el futuro de las ciudades
Las ventajas de estos espacios son numerosas y profundamente beneficiosas para el entorno urbano. En primer lugar, las cubiertas verdes contribuyen significativamente a la gestión sostenible del agua de lluvia, ayudando a reducir el riesgo de inundaciones y mejorando la calidad del agua al filtrar contaminantes.
Además, desempeñan un papel crucial en la mitigación del efecto de las islas de calor urbanas. Durante los meses calurosos, las plantas proporcionan un efecto refrescante, enfriando el entorno circundante y promoviendo un clima más confortable y saludable para los habitantes de la ciudad. También cumplen con otros beneficios:
Reduce la temperatura ambiente
Las plantas absorben y reflejan la luz solar, con aproximadamente el 50% de la luz solar absorbida y el 30% reflejada. Este proceso contribuye a crear un clima más fresco y agradable. En los interiores, esto se traduce en una disminución del uso del aire acondicionado en un 33%, lo que a su vez genera un significativo ahorro de energía. Una cubierta vegetal también influye positivamente en el microclima de su edificio y en la temperatura general de su entorno. Este efecto se extiende a nivel urbano, contribuyendo a una reducción promedio de 3 °C en la temperatura de la ciudad. Esto no solo mejora la comodidad de los residentes, sino que también ayuda a mitigar el impacto del cambio climático al reducir el efecto de las islas de calor urbanas.
Reduce el ruido ambiental
Una cubierta vegetal no solo embellece su edificio, sino que también actúa como una efectiva barrera de sonido. Las plantas absorben y dispersan las ondas sonoras, lo que contribuye significativamente a reducir la contaminación acústica tanto dentro como fuera de su edificio. Este efecto de absorción acústica de las cubiertas verdes no solo mejora la calidad del ambiente interior, proporcionando espacios más tranquilos y relajantes para los ocupantes, sino que también ayuda a mitigar el ruido exterior, mejorando la calidad de vida en áreas urbanas densamente pobladas.
Aumenta el valor de la propiedad
Las cubiertas verdes pueden extender la vida útil del techo, protegiéndolo de los elementos externos y reduciendo la necesidad de mantenimiento a largo plazo. Estos factores combinados hacen que las propiedades con cubiertas verdes sean más atractivas para los compradores conscientes del medio ambiente y para aquellos que valoran la eficiencia energética y el bienestar. En consecuencia, la inversión en una cubierta vegetal no solo mejora su calidad de vida, sino que también se traduce en un retorno económico positivo a largo plazo al aumentar el valor y la competitividad de su propiedad en el mercado inmobiliario.
Purifica el aire
Albergando una variedad de plantas, desde césped hasta arbustos y árboles pequeños, estos techos actúan como filtros naturales que mejoran la calidad del aire en entornos urbanos congestionados. Las plantas en los techos verdes filtran partículas nocivas del aire, como el polvo y otros contaminantes, capturándolos en sus hojas y raíces. Además, durante el proceso de fotosíntesis, absorben dióxido de carbono (CO2) y liberan oxígeno, contribuyendo directamente a la mejora de la calidad del aire que respiramos.
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